El 27 de marzo de 1977,dos aviones Boeing 747 colisionaron en el Aeropuerto de Los Rodeos, al norte de la isla de Tenerife, muriendo 583 personas. Es el accidente aéreo con mayor número de víctimas mortales de la historia de la aviación. Se trataba de 2 aviones que, con destino a Gran Canaria, procedían, uno de Amsterdam y el otro de Nueva York.
Debido a la intensa niebla, los pilotos del primer avión no pudieron ver al avión americano en frente. Este, vio al holandés 8 segundos y medio antes de la colisión, pero a pesar de haber intentado acelerar para salir de la pista, el choque ya era inevitable.
El KLM, que era el vuelo procedente de Amsterdam, ya estaba completamente en el aire cuando ocurrió el impacto a unos 250 km/h. Los expertos estiman que, solamente si este avión hubiese estado 7.62m más arriba, el desastre se hubiese evitado. Su parte frontal golpeó la parte superior del otro Boeing, arrancando el techo de la cabina y la cubierta superior de pasajeros, tras lo cual los dos motores golpearon el avión americano, matando a la mayoría de los pasajeros de la parte trasera instantáneamente.
El avión holandés continuó volando tras la colisión, estrellándose contra el suelo a unos 150 metros del lugar del choque. Se produjo un violento incendio inmediantamente y las 248 personas que iban a bordo murieron en él. También lo hicieron 335 de las 380 que volaban en el otro aparato.
La niebla hizo imposible que el accidente fuera visto desde la torre de control, desde donde solamente se oyó una explosión seguida de otra, sin quedar claros su situación o causas. Se avisó a los bomberos que se dirigieron, todo lo rápido que esa niebla les permitió, al lugar del impacto donde descubrieron, horrorizados, el alcance de la tragedia.
Camiones de bomberos de La Laguna y Santa Cruz tuvieron que ser empleados y el fuego no fue completamente extinguido hasta las 03:30 del 28 de marzo.
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